Para adaptarse a la forma de los artículos redondos, como botellas y tarros, los sellos termoencogibles para envases están pensados para aplicarse en el exterior de éstos. Se consigue un mayor impacto en las estanterías gracias al diseño de 360º de las etiquetas, que ofrece más espacio para la marca y los gráficos en color que las etiquetas aplicadas estándar.
Mientras que las etiquetas de plástico están hechas para cubrir la mayor parte de un paquete, los envoltorios termoencogibles cubren todo el envase desde justo debajo del cuello hasta el pie del artículo. Las etiquetas de plástico ofrecen valor al mejorar el atractivo de un producto envasado en el estante, pero suelen costar más que otras formas de etiquetas menos elaboradas. Las etiquetas termoencogibles de cuerpo entero también pueden reducir los gastos de envasado de los fabricantes, ya que el envasador puede utilizar una etiqueta retráctil genérica menos costosa.
Las etiquetas termoencogibles se utilizan en la producción de envolturas y etiquetas retráctiles para ayudar a evitar daños en el etiquetado durante el envío y la manipulación. Para evitar daños por abrasión o humedad, se imprimen gráficos en la superficie interior de la etiqueta transparente. Sin embargo, a medida que los envases pasan por la línea de producción, varios procesos de impresión añaden códigos y otros identificadores a la parte exterior de la etiqueta tras su aplicación. Además, estas etiquetas pueden retirarse sin problemas tras el uso del producto, ya que no están adheridas a la superficie del envase, lo que permite reciclarlo o volver a utilizarlo.
Para hacer la envoltura completa, se imprimen, cortan y sellan las etiquetas con una pequeña cantidad de pegamento antes de aplicarlas. Las etiquetas se aplican a los envases llenos en la cadena de montaje, y posteriormente se encogen en su sitio cuando los envases pasan por un túnel de calor. Los túneles de calor radiante, los túneles de vapor, los túneles de aire caliente o los túneles híbridos son todos ejemplos de equipos de retracción (que combinan calor y vapor). Muchos envasadores prefieren los túneles de vapor porque necesitan menos energía para funcionar, ofrecen un rendimiento superior y requieren menos tiempo de preparación. Además, como los túneles de vapor funcionan a temperaturas relativamente moderadas (normalmente entre 170° y 180°), la mayoría de los envases de alimentos y bebidas llenos pueden ser transportados a través de ellos sin riesgo.
